domingo, 19 de enero de 2014

Gerard Genette: orden. Aplicado a un cuento de  Jean Paul Baumier.

El padre de la narratología, el teórico francés Gerard Genette en su libro “Figuras III” publicado hacia 1972, aborda los tópicos sobre: orden, duración, frecuencia y modo.
Es decir las estrechas vinculaciones que sostienen la historia con el relato y este a su vez con la temporalidad.
En lo que respecta a la elección del tema que abordaré, será: el orden. El orden aplicado a un cuento titulado “Uno al otro” del autor quebequense Jean Paul Baumier.
El orden a los ojos de Genette  trata la distribución de los hechos temporales durante la narración versus la  distribución debe de mantener la temporalidad en la historia. Es decir una visión cercana a los juegos  temporales que  emplea un autor.  Genette decide nombrar analepsias (lo que equivale a un flash back)  a la retrospectiva  temporal de personajes o narradores. Este gira en el tiempo, en el cual podemos apreciar cómo se recuperan recuerdo e imágenes que reconstruyen el momento actual. Prolepsis (flash forward) seria pues, el  adelantar  el tiempo, acercarse a el futuro realizando una acción que todavía no sucede. Adelantarse o acercarse al futuro.
He aquí, donde entra el cuento “Uno al otro” cuya trama comienza con un recuerdo borroso y el verbo: “Imaginamos… Una niña de 6 o siete años que sufre las consecuencias del divorcio de sus padres. Sostiene a su muñeca. Éloide, un nombre que  designa a su muñeca de trapo. La niña abraza con fuerza a su muñeca. Mientras su padre intenta recordar ¿de dónde salió esa muñeca? Esa muñeca tan igual a las muñecas de su hermana.
Éloide, se llama la muñeca. La niña repite el nombre y su padre se ve en su hija. Los ojos de su madre, pero un modo perdió de observar objetos y personas que indiscutiblemente le pertenece a él.
Éliode, la niña, una cama y su pesadilla. La misma pesadilla pertinaz, desde que se divorciaron.
Se sumerge en agua negra.
Gritos, escalofríos y miedos.
La madre (Maude) la consuela.
Ahora, la niña esta junto a su padre. El va conduciendo y ella preguntando. Esas cuestiones interminables que hacen los niños, las niñas de 6 o 7 años. ¿Papá sigue viajando tanto como antes?, A dónde va?, La extraña mucho? Y a ¿Éloide’ y ¿A su mamá? , ¿Qué le traerá del próximo viaje, y ¿Qué come? y una avalancha que se arremolina con signos de de interrogación ¿ya llegamos?
El silencio, una pregunta que no se atreve a hacer. Una huella de pesadilla. La niña está ausente. Cansancio o quizá seriedad. La niña abraza a la muñeca y duerme.
El padre se siente atravesado pro al mirada de la niña. Y un sentimiento de desapego, ella despierta y pregunta ¿Éloide también se durmió?
Dice que sí. Es lo único que queda.
Y luego la explicación. La siguen queriendo igual. Solo que ya no vivirán juntos. El la extraña más, por supuesto. Pero tampoco lo entiendo ni lo acepta.
Promete salvarla siempre, incluso cuando vana a andar a aquella piscina. Juegan a que Éloide también  nadara y tendrá traje de baño. Risas. Éloide no sabe nadar, bara que enseñarle y que mejro que enseñarle a nadar en el mar.
El está feliz, por ser su padre.
Y llegan por fin. La niña duerme y recuerda esas vacaciones. La nena tenía 2 o 3 años, su madre la sostenía en brazos y fuiste a cubrirlas con una manta. Caminaste por la playa.
El padre está dormido y la niña y la muñeca. Ambas con traje de baño, lo miran dormir, no habrá que despertarlo.
Sentaditas la niña y su muñeca , en la orilla donde no hay peligro. Yo te cuido Éloide, yo sé nadar.
Me llamo Éloide.
Escuchó mal al guardar los juguetes de la niña. Una lucha con el recuerdo, esa imagen de los dos cuerpos abrazados. Todo por salvarla. Muy tarde. Gritaste su nombre, al igual que ella gritó el suyo. Y luego el agua lo cubría todo, como este cuerpecito de trapo que detestas con todo tu ser pero nunca dejarías.
La analepsis en el cuento se puede apreciar mejor en el inicio, ya que el tiempo está  retrasado, es una imagen que tiene muchas ganas de ser recuerdo.
La prolepsis es la pesadilla de la niña, cuando se sumerge en agua negra y grita y tiene miedo. Seguida de esta prolepsis aparece inmediatamente una analepsis el padre que recuerda la imagen de la niña ahogada. Ultima prolepsis el padre recordando todo lo sucedido cuando guarda a la muñeca Éloide.
Los términos de orden de Genette: prolepsis y analepsis   desempeñan un papel fundamental en este cuento. El tiempo, la historia, en el recuerdo, en la muerte y en el objeto.




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