Texto abierto y texto cerrado según Umberto Eco
En el útil pero a
veces utópico texto “Lector in fabula “de
Umberto Eco se postula como la presencia
del lector ante un texto es vital.
El texto es en su representación lingüística un
representación de cadena de artificios expresivos, los cuales deben ser descifrados
en la medida en que el texto debe ser actualizado, ya que este se presenta
incompleto para llegar a completar el texto
se requiere que el lector aplique una complejidad activa y consiente.
Este postulado se alcanza según Eco, cuando el lector posee un conocimiento
previo al tema que trata el texto. En
este punto el lector también debe de conocer el tipo de lenguaje que se usa. El lector también tiene la obligación de
realizar una interpretación iniciativa del
texto que sostiene en la mano que dependa totalmente de su contexto; es
decir, un texto requiere de alguien que lo ayude a funcionar”
Posteriormente Eco aborda la competencia del
destinatario (receptor/lector) la cual no siempre coincide con la del emisor
por lo cual designa que es necesaria una cierta competencia lingüística,
circunstancial que permita descodificar el funcionamiento del mensaje. Un texto
per se postula la cooperación de un lector como la condición de su actualización,
es decir: un texto implica una estrategia. Estrategia basada en el adelanto de
la reacción del otro ante él. Cuando se redacta un texto, el autor presupone la
competencia de su lector. A la vez que presupone esta competencia, la erige, la
construye, la instaura. El prever así, a su lector “modelo”. No solo espera que
exista un sitio preciso para moverlo y acercarlo a la construcción textual.
Sino que con el texto como base de apoyo, acerca a estos dos elementos para la producción
de uno: el texto.
Este sería el caso de la novela “Bartleby y compañía”
del escritor Barcelonés Enrique Vila-Matas. La cual trata de un sujeto el cual
busca Bartleblys, es decir escritores que sufrieron la seca (denominación para
todo aquel escritor que ha perdido la gracia con la tinta), como es el caso
de Ernest Heminway o Juan Rulfo por mencionar algunos. La trama de la novela
gira sobre el entorno literario desde autores hasta el uso del pastiche para referirse
a las teorías y críticas literarias.
Es claro que Vila-Matas tenía previsto a su
target especifico, pues publica en una reconocida editorial que sabe muy bien quiénes
son sus compradores como es el aso de la editorial Anagrama. Además de que sus
libros necesitan un lector conectado con el ambiente literario e intertextual para poder tener
una decodificación adecuada.
El lector modelo es pues, aquel que tiene la
capacidad de interpretar el texto de manera análoga a la del autor que lo
género. Esta relación análoga se establece al escoger el idioma codificador de
un texto, su estilo, se grado académico, etcétera. Umberto Eco va mucho más
lejos al postular un lector modelo sumamente especializado: Un lector
semiótico.
Por otro lado Eco propone dos tipos de textos:
·
Los textos cerrados:
Los cuales van dirigido a un target específico, es decir a un grupo o público específicos.
Un ejemplo de ello sería cualquier libro publicado por alguna editorial específica,
como es el caso de Gredos o Impedimenta. Ya que en el primer caso sus libros están
dirigidos a conocedores de filosofía y tradición clásica. En el segundo los
libros se caracterizan por sus exquisitas traducciones sus y prólogos
profundos.
·
Los textos abiertos:
textos para los cuales no existe un límite marcado o preciso de relación con el
lector y por tanto pueden recibir apertura para una interpretación totalmente
libre.
La relación estipulada por estos textos tiene límites.
Como es el caso de la consideración de un texto considerado texto: Incidencias
como novelas, cuentos, discursos radiofónicos, ensayísticos etc. En estos casos
el emisor y el destinatario se
encuentran presentes en el texto como papeles estanciales (término puramente semiótico
que sirve para nombrar al participante: cosa, animal o persona del enunciado). Aquí
el autor tiene una relación presencial, manifestada textualmente por su estilo.
Para ejemplificar al lector
abierto pienso en el autor Milorad Pávic quien hace uso de su relación con el lector
de manera constante en sus novelas y cuentos: “Té para dos”, “Pieza única” o
cualquier versión (masculina o femenina) de” Diccionario jázaro”. Esto debido a
que el autor juega innumerables veces con los géneros literarios, desdibujando novela,
con cuentos, mitos y leyendas, cartas, reportes policíacos, agendas entre muchos otros textos.
Así mismo el juego y la presencia de cada lector dota a cada libro de
este escritor serbio de una interpretación única e individual.
El autor práctico pues, tiene una forma sobre el lector modelo. Que al
traducir su estrategia (el lector) este se verá a sí mismo como sujeto del
enunciado.
Para llegar o alcanzar a ser un lector modelo, el lector empírico debe
de cumplir con un rigor filológico alto. Como es el ejemplo de poder recobrar
con una aproximación casi precisa los códigos del emisor. El autor empírico en cambio para llegar a ser
autor modelo necesita de ciertas huellas o marcas textuales que involucraran al
destinatario entre texto y proceso de cooperación y decodificación, mencionado
anteriormente.
De lectura algo enredada, las oposiciones ente
lector modelo y lector empírico se desdibujan a partir de una delgada línea imaginara.
Ya que o son precisamente claras, y establecen las diferencias entre uso e
interpretación textual. Conceptos dependientes.
Para
finalizar Eco concluye hablando de que al cooperación textual es un fenómeno
que surge entre dos estrategias discursivas, nunca entre sujetos individuales (autor/lector o viceversa)
Eco Umberto “Lector in fabula” Barcelona, Lumen
2000.
Revisado.
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